La estación de tren de Hamburgo
<<¿Y por qué Juan? Ya prometí que este año no sería pendeja, voy a ser otra. ¿Qué hora es? Es tardísimo. Mi mama no me deja llegar más allá de las diez de la noche. Sí ya sé tengo veintisiete años. Eso no quita que debo ser responsable. Mi primer ex era bastante tóxico. Una vez nos íbamos a ver para ir a su casa. Yo me puse linda. Me duché Juan. Me duché. Me puse un vestido lindo. Yo en ese tiempo ya era modelo y algunos comerciales me dejaban platica. Y al desgraciado le tenía que pagar hasta el pasaje del bus. Bueno, ese día me vi frente al espejo con ese vestido acampanadito y me dije estás linda. Eres preciosa. Pero no tenía para el taxi, él vivía al otro extremo de la ciudad, en Carapungo Juan. ¿Se imagina lo que es el viaje de irse de Sangolquí a Carapungo? Fue más fácil el viaje que hicimos a Montañita cuando le sacaron cien dólares porque yo estaba manejando y no tenía licencia y usted pensando en pendejadas como que no tenía espejo retrovisor. Ese viaje a Montañita sí