Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2020

La reinita de Sangolquí

Imagen
    <<¿Y por qué no se jubila Juan?>>, le preguntó después de apurar una copa de espumante. La tarde estaba soleada, en la mesa siguiente un grupo de tres personas bebía su cuarta botella de vino y después comenzaron a probar el ron con coca cola. Ella parecía la amante de los dos. Coqueteaba con los dos al mismo tiempo. Más tarde llegó una pareja con una niña. Más cocteles y jugo para la niña que deseaba un coctel. El papá debió arrebatarle la copa y ella conformarse con el vaso de jugo. <<Ni la rola que es mucho más joven que tú me ha hecho una pregunta tan estúpida. Por supuesto que soy mayor que tú, por algo soy tan inteligente; la inteligencia no se desarrolla de la noche a la mañana, se cultiva. La rola cuando se enojaba era insufrible, insultaba y muy fuerte, no con esas pendejadas de alguien que se cree adolescente porque ha participado en un concurso de reina de belleza de Sangolquí. Yo solo le decía que siguiera, que mi ego era demasiado inflado para que m

El tren a Bremen

Imagen
  <<Sí, en serio -dijo-. Antes de este viaje nunca pensé que hubiese tantos en el mundo, soldados, me refiero. No te das cuenta hasta que subes a un tren. No paro de preguntarme, ¿de dónde han salido? (…) Él miró por la ventana, en cuyo cristal se espesaba el crepúsculo. Se juntaba aprisa la luz azul y las jorobas de las colinas se mezclaban y devolvían ecos. Desvió la mirada hacia el comedor iluminado>>. El extraño cuento de Truman Capote se le vino a la memoria cuando Maribel le paró en la estación de Frankfurt en seco. <<Aquí Juanito, aquí. Este es el andén. Vas a ver a Liz, es una hermosa la enana, por algo soy su madrina. Ya debería estar aquí, los trenes son súper puntuales. A ver. No, no es aquí; corre que nos deja. Por allá>>. Las luces de neón le recordaron los tiempos en los que fue feliz. Los días de whisky, coca, whisky, pastillas para dormir, coca para despertarse y sexo. Fueron los días en los que debió haberse suicidado como cualquier mortal. Y si

La creme brulée

Imagen
-         Alguna vez te has cansado de tener sexo con hombres guapos. -         Casi siempre. Por lo general son gays. -         Pues a mí me ocurre lo mismo con las mujeres. Pueden ser unas diosas de la belleza, pero si el lóbulo frontal no envía una orden me quedó como un eunuco. Siempre he creído que las relaciones se terminan cuando se terminan las relaciones sexuales. -         Si no hay sexo no hay amor. -         Por lo general sí. Por eso ando por la vida declarando que soy gay, aunque una de mis hermanas se lo tomó en serio y me sometió a un consejo de guerra familiar. -         Ya me contaste eso. -         Sí, pero no te conté el trauma con el que he vivido eso toda mi vida. Por eso comencé a escribir esa novela Divorcios . En cierta forma es la historia de mi vida, aunque mis hermanas siempre me preguntan cómo me he divorciado si no me he casado. Y no solo eso, después vino el problema de la eyaculación precoz. Desde aquella acusación nunca más he podido acost

La cena

Imagen
  El duelo de los ángeles habla del tedio y lo sublime. Juan había llegado al tedio. Lo sublime lo dejaba para los demás. Nunca supo cuando lo supo, solo lo sabía. Estaba seguro de saberlo. Era como ese lenguaje de los quiteños; aprendió a hablar en señas desde el principio. El principito . Es una imagen recurrente, esa que Squatol Jones identificaba con los heresiarcas. Ella trataba de explicarle la vida y él intentaba hacerle comprender que ya la conocía. -         Siempre tan tú. Y ahora me vas a explicar que son los heresiarcas, supongo. -         No. En una de las noches en las que Rocío permaneció donde Graciela pude ver su frustración ante tanto té. Graciela me pidió un mapa para ir. ¿Quién pide un mapa para ir a La Mariscal? Ahí dejé todos mis despojos. Viví en edificios en los que los guardias me confundían con Nerón. Lo único que les interesaba es mi canto. Quo vadis? Pues no lo sé. Me mudé con la Policía porque el administrador no me dejaba sacar la moto. Solo porque le

La estrella de David

Imagen
  <<Es el lago Tiberíades ecuatoriano, ahí se originó el mundo. Si quieres ver el amanecer ahí debes pagar como cien dólares la noche, lo que cuesta una cabaña. Es un ojo de agua custodiado por la Mama Imbabura. Si ven ese pico allá. De ahí nacieron los primeros habitantes del mundo. Por eso los otavalos son nuestros embajadores, ellos van por el mundo contando que Ecuador existe, que no es un país imaginario; que estamos en el centro del mundo, donde el agua no gira, donde todo es al revés. A los pies de esa montaña están los brujos de Ilumán, la tierra de los yachac taitas , los brujos en castellano. Hay un extraño escalofrío cuando entras al pueblo. Parece que estuviera deshabitado con muchos ojos en las puertas. Alguna vez me emborraché ahí, solo de paso>>, dijo Juan, mientras Rocío contemplaba el amanecer y Graciela dormitaba. <<¡Sí! ¿No ve?>>, dijo Rocío. Había pasado tanto tiempo afuera y era la más quiteña de todas sus hermanas. Quito tiene un extraño ha